DEPRESIÓN Y BAJA AUTOESTIMA: Dos problemáticas que se relacionan y retroalimentan.

La baja autoestima y la depresión son dos problemas mentales que a menudo se interrelacionan y que afectan significativamente la vida de quienes los padecen. A menudo, las personas que sufren baja autoestima pueden sufrir depresión y viceversa.
La autoestima se define como la valoración que hacemos de nosotros mismos, es cómo nos sentimos acerca de quienes somos, acerca de nuestras habilidades y de nuestras contribuciones al mundo. La autoestima se construye a lo largo de la vida y se ve influida por una variedad de factores, como las relaciones interpersonales, nuestro aspecto físico, el éxito laboral o académico, y la forma en que nos percibimos a nosotros mismos. Tener una baja autoestima es tener una sensación generalizada de valor propio, de sentirse inadecuado, insuficiente y, a menudo, inseguro. Algunos síntomas frecuentes de una baja autoestima son:
– Autocriticarnos constantemente: las personas que se critican constantemente suelen tener una baja autoestima. Se fijan más en sus errores y defectos, en vez de centrarse en sus logros y habilidades. A menudo se juzgan con dureza, lo que les puede llevar a sentirse tristes y frustrados.
– Perfeccionismo excesivo: las personas con baja autoestima se sienten presionadas a hacerlo todo de forma perfecta, lo cual genera un estrés desmesurado y a sensación de fracaso si no alcanzan sus altas expectativas.
– Sentimientos de inferioridad: se sienten inferiores a los demás, se comparan constantemente y sienten que nunca son suficientemente buenos.
La depresión, por otro lado, es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar a personas de todas las edades y orígenes. Los síntomas pueden incluir tristeza persistente, pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras, fatiga, cambios en el apetito y problemas del sueño. La depresión puede ser causada por una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales o contextuales. A menudo el tratamiento consiste en medicación y psicoterapia.
La depresión puede manifestarse de muchas formas diferentes y cada persona puede experimentarla de manera única. Sin embargo, hay unos síntomas comunes:
– Tristeza persistente: la tristeza es un síntoma clave en la depresión. Si te sientes triste la mayor parte del tiempo, durante varias semanas o más, es posible que sufras depresión.
– Pérdida de interés: puedes perder el interés y la capacidad de disfrutar de actividades que antes te resultaban agradables y placenteras. Si te sientes apático, desmotivado y no disfrutas de cosas que antes te hacían disfrutar puede ser que estés deprimido.
– Cambios en el apetito y el sueño: Se producen alteraciones en el sueño y el hambre, como dormir mucho o sentirse cansado todo el tiempo. Tener menos apetito o comer en exceso, etc.
– Fatiga y falta de energía.
– Sentimientos de invalidez e inadecuación: La depresión puede hacer que te sientas sin valor, que te critiques sin cesar y que sientas que no haces nada bien.
– Indefensión aprendida: Puedes sentirte impotente e incapaz para resolver tus problemas o enfrentarte a determinadas situaciones vitales o a determinadas relaciones complicadas.
¿Cómo se relaciona la baja autoestima con la depresión?
La baja autoestima es un factor de riesgo para la depresión. La autoestima se refiere a la valoración que uno tiene de sí mismo. Si ésta es negativa, si uno se percibe como menos valioso y competente que los demás, esto puede provocar sentimientos de tristeza, desesperanza e invalidez, que son característicos de la depresión. La baja autoestima también puede hacer que una persona sea más vulnerable al estrés de la vida. Las personas con baja autoestima pueden tener dificultades para hacer frente a los desafíos y dificultades, lo que aumenta el riesgo de depresión. Además, las personas con baja autoestima suelen tener dificultades para establecer y mantener relaciones sanas, lo que puede aumentar su sensación de soledad y aislamiento.
Por otro lado, la depresión también puede afectar la autoestima de una persona. Los síntomas depresivos como falta de energía, dificultad para concentrarse, pérdida de interés, etc., puede hacer que la persona se sienta impotente y sin valor. Además, las personas depresivas a menudo tienen pensamientos negativos sobre sí mismos, se sienten inútiles y desesperanzados, lo que puede provocar gran daño a su autoestima.
Como vemos, la relación entre baja autoestima y depresión es bidireccional. Una puede conducir a la otra y es por ello que es importante tratar ambas problemáticas para poder conseguir una buena recuperación.
¿Qué se puede hacer para mejorar la autoestima y mejorar la depresión?
1. Busca ayuda profesional. Un profesional de la salud mental, psicólogo o psiquiatra, puede ayudarte a comprender la causa de tu depresión y trabajar contigo en encontrar soluciones. Un terapeuta también puede ayudarte a mejorar tu autoestima ayudándote a cambiar los patrones de pensamiento negativo que afectan a tu autoconcepto, autoimagen y autoestima.
2. Haz ejercicio regularmente. El ejercicio y el trabajo con la conciencia corporal son una potente herramienta para mejorar tu estado de ánimo y a que puedas sentirte bien contigo mismo.
3. Cuidar la alimentación. La dieta tiene un gran impacto en los estados de ánimo. Los alimentos procesados, grasas saturadas y los azúcares empeoran los síntomas de depresión y baja autoestima. En cambio, una alimentación basada en frutas, verduras, grasas saludables y proteínas magras, ayudan a mejorar el estado de ánimo y la autoestima.
4. Practica meditación y atención plena. Entrena a tu mente a estar en el momento presente, en el aquí y ahora.
5. Plantéate objetivos, metas, que sean realistas y alcanzables y que estén acordes con tus valores. Autoafírmate consiguiendo estos objetivos.
6. Relaciónate con los demás de una forma asertiva defiende tus derechos sin manipular a los demás y sin que te manipulen, comunica tus necesidades, emociones y pensamientos de forma respetuosa.
7. Felicítate por tus logros.
8. Practica la gratitud.
9. Practica la aceptación de aquello que no puedes cambiar o no depende de ti.
10. Háblate a ti mismo con un lenguaje amable y compasivo (bondad amorosa).

Lidia Viana Catalán. Psicóloga col. núm 11.402. Especialista en Bienestar emocional.